EL AGUA DE LA VIDA

Él llevaba puestos solo unos pantalones, no llevaba camiseta y eso me ponía nerviosa. Me levanté a vaciar el cenicero y él me cogió de la cintura por detrás y empezó a besarme el cuello. Pufff, se me quitaron las ganas de hablar y me di la vuelta para buscar su boca. Sus manos me quitaron la ropa apresuradamente, y empezaron a recorrer todo mi cuerpo de manera ansiosa, pero delicada y dulce. Nos fuimos al baño y mientras nos besábamos nos metimos en la ducha. Diosss, fue uno de esos momentos en los que piensas “que todo salga bien, esta ha sido una de mis fantasías eróticas de toda la vida!!”, además alguna vez ya habíamos hablado de hacerlo en la ducha y jugar a enjabonarnos despacio disfrutando de nuestros cuerpos mojados. Fue un momento super divertido a la vez que placentero, nos costó regular la temperatura del agua de la ducha y buscar posiciones cómodas para ámbos (lo de las pelis… no es tan fácil), pero me pareció muy excitante. Empezó a enjabonarme y a acariciarme el cuello, los brazos… se detuvo en mis pezones que acariciaba y mordisqueaba a la vez. Siguió por la cadera, el ombligo, el culo..ummmm, sus manos empezaron a jugar con mi clítoris y yo solo podía morderle y apretar mis caderas a las suyas. Estaba tan excitada que empecé a gemir y a masturbarle con la mano… estaba resbaladizo y suave. Mientras el agua seguía cayendo sobre nosotros, me arrodille para lamerle, chuparle, morderle…mientras él me acariciaba la cabeza y gemía de placer. Nos corrimos en la ducha.
Después, fresquitos y relajados, seguimos experimentando en la cama, lugar donde no hizo falta decir nada, con mirarnos... fue suficiente."
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