CULTURILLA ORAL
Hoy, os dejo un poco de culturilla...jeje
A la atención de los hombres
Tenéis que aprender a conocernos y con eso no me refiero a conocer a las mujeres en general, sino a la que tienes en los labios en particular....pero no en los de la cara...siiii, a esos a esos.
El bueno del Cunnilingus:
Sabías qué? Entre los carnosos y gustosos pliegues que que puedes lamer y chupar suavemente para ir entrando en materia, se encuentra la auténtica joya de la corona, el clítoris.
Es mejor humedecerlo previamente, ten imaginación, ya que con humedad, las caricias son más suaves y embrujadoras.
Dale algunos tientos, pruébalo a discreción. Tras crear un poco de expectación, se trata de hacer vibrar el clítoris con la lengua (chicas, esto puede ser muy útil para explicar a los más despistados qué queréis), primero más lentamente y luego con mayor rapidez. Esto crea un gran número de sensaciones.
Ve probando diversas caricias, como pequeños circulitos con la lengua y, a medida que ella se enciende, intensifícalas. Cuando notes que se esté deshaciendo, toma el clítoris entre los labios y chúpalo delicadamente (esto será más o menos posible dependiendo de su tamaño, cada mujer es diferente).
La clave está en la observación. Tienes que estar pendiente de cuando ella se estremece de placer, cuando tensa sus músculos por el placer, cuando empuja su pelvis hacia tu cara pidiendo una mayor presión, cuando te agarra más fuerte... Todos estos son signos de que has tocado sus puntos más sensibles de la forma en que le es más placentera.
Las mujeres pueden permanecer silenciosas aunque lo estén pasando divinamente, pero lo que nunca miente es el lenguaje de sus cuerpos.
Cuando estés haciendo algo que notas que le encanta y que la hace dispararse: NO CAMBIES NADA. Ni el movimiento, ni la presión, ni la velocidad. Mantente hasta que ella explote y, cuando se inicie el orgasmo, no pares. Las mujeres, en general, prefieren que siga la estimulación.
Algunas caricias de alto nivel
Traza círculos pequeños, medianos y grandes con la lengua en la zona en torno al clítoris.
Mientras estés concentrado en su clítoris, sube las manos y retuerce con suavidad con los dedos sus dos pezones... La multiestimulación es un plus de placer. También puedes deslizar un dedo, convenientemente lubricado, en su vagina, pero OJO!! La zona de la entrada es especialmente sensible.
Alterna la lengua dura, puntiaguda y vibrante con caricias con la lengua blanda. No olvides observar sus reacciones.
Lo que puede hacer ella
Puedes guiarle con palabras.
También puedes moverle suavemente la cabeza con tus manos y coger su mano con la tuya y guiarla hacia dónde quieres que te acaricie. Cuando lo haga, gime. Agradecerá que le des indicaciones, sobre todo si recibe después su recompensa en forma de placer...
Es importante hacerles saber qué lo hacen bien y que te gusta.
El gemido, el suspiro, el gruñidito de placer, la exclamación y el grito, entre otros, son la forma más directa de comunicar. Son fáciles para ti aunque seas tímida y a él le dan todas las pistas sobre cómo actuar.
Aliéntale y alábale: si es un Dios del Sexo Oral, ¡Díselo! Y no pienses que basta con decírselo una vez, insiste en el tema y él te dará (casi) interminables sesiones de placer.
Puedes poner una almohada bajo tus caderas para que tu sexo quede más elevado y le sea más cómodo. También puedes ponerte a horcajadas sobre él para brindarle una buena perspectiva de tu cuerpo, facilítale las cosas.
Bueno, espero que la clase de hoy os haya sido útil y satisfactoria.
A la atención de los hombres
Tenéis que aprender a conocernos y con eso no me refiero a conocer a las mujeres en general, sino a la que tienes en los labios en particular....pero no en los de la cara...siiii, a esos a esos.
El bueno del Cunnilingus:
Sabías qué? Entre los carnosos y gustosos pliegues que que puedes lamer y chupar suavemente para ir entrando en materia, se encuentra la auténtica joya de la corona, el clítoris.
Es mejor humedecerlo previamente, ten imaginación, ya que con humedad, las caricias son más suaves y embrujadoras.
Dale algunos tientos, pruébalo a discreción. Tras crear un poco de expectación, se trata de hacer vibrar el clítoris con la lengua (chicas, esto puede ser muy útil para explicar a los más despistados qué queréis), primero más lentamente y luego con mayor rapidez. Esto crea un gran número de sensaciones.
Ve probando diversas caricias, como pequeños circulitos con la lengua y, a medida que ella se enciende, intensifícalas. Cuando notes que se esté deshaciendo, toma el clítoris entre los labios y chúpalo delicadamente (esto será más o menos posible dependiendo de su tamaño, cada mujer es diferente).
La clave está en la observación. Tienes que estar pendiente de cuando ella se estremece de placer, cuando tensa sus músculos por el placer, cuando empuja su pelvis hacia tu cara pidiendo una mayor presión, cuando te agarra más fuerte... Todos estos son signos de que has tocado sus puntos más sensibles de la forma en que le es más placentera.
Las mujeres pueden permanecer silenciosas aunque lo estén pasando divinamente, pero lo que nunca miente es el lenguaje de sus cuerpos.
Cuando estés haciendo algo que notas que le encanta y que la hace dispararse: NO CAMBIES NADA. Ni el movimiento, ni la presión, ni la velocidad. Mantente hasta que ella explote y, cuando se inicie el orgasmo, no pares. Las mujeres, en general, prefieren que siga la estimulación.
Algunas caricias de alto nivel
Traza círculos pequeños, medianos y grandes con la lengua en la zona en torno al clítoris.
Mientras estés concentrado en su clítoris, sube las manos y retuerce con suavidad con los dedos sus dos pezones... La multiestimulación es un plus de placer. También puedes deslizar un dedo, convenientemente lubricado, en su vagina, pero OJO!! La zona de la entrada es especialmente sensible.
Alterna la lengua dura, puntiaguda y vibrante con caricias con la lengua blanda. No olvides observar sus reacciones.
Lo que puede hacer ella
Puedes guiarle con palabras.
También puedes moverle suavemente la cabeza con tus manos y coger su mano con la tuya y guiarla hacia dónde quieres que te acaricie. Cuando lo haga, gime. Agradecerá que le des indicaciones, sobre todo si recibe después su recompensa en forma de placer...
Es importante hacerles saber qué lo hacen bien y que te gusta.
El gemido, el suspiro, el gruñidito de placer, la exclamación y el grito, entre otros, son la forma más directa de comunicar. Son fáciles para ti aunque seas tímida y a él le dan todas las pistas sobre cómo actuar.
Aliéntale y alábale: si es un Dios del Sexo Oral, ¡Díselo! Y no pienses que basta con decírselo una vez, insiste en el tema y él te dará (casi) interminables sesiones de placer.
Puedes poner una almohada bajo tus caderas para que tu sexo quede más elevado y le sea más cómodo. También puedes ponerte a horcajadas sobre él para brindarle una buena perspectiva de tu cuerpo, facilítale las cosas.
Bueno, espero que la clase de hoy os haya sido útil y satisfactoria.
LaPerla
Comentarios
(Del gr. διδακτικός).
1. adj. Perteneciente o relativo a la enseñanza.
2. adj. Propio, adecuado para enseñar o instruir. Método, género didáctico Obra didáctica
3. adj. Perteneciente o relativo a la didáctica. Apl. a pers., u. t. c. s.
4. f. Arte de enseñar.
Pues eso Perla, el arte de enseñar lo llevas dentro!! Gran post!