León Benavente y la Brigada Solar.
¿Qué significa la palabra?
León Benavente asaltaron la fiesta del Trigésimo Quinto Cumpleaños de la SALA EL SOL de Madrid a punta de pistola. La formación más en forma del panorama actual luce resplandeciente y con paso cada vez más firme lo que es, ya sin ningún género de dudas, la mejor propuesta de MÚSICA ADULTA de la ,a veces enquilosada, escena musical nacional.
De las ruinas la Revolución.
Los cuatro turistas de la contundencia se apuntaron de modo sorprendente a llenar la sala después de su paso casi reciente por Madrid. La operación salíó a la perfección, los asistentes estábamos allí por una razón y esa razón nos iba a dar una verdadera ración de ánimo, entrañas aplastadas por la fuerza de las palabras y ruinas que se alzan en pos de una revolución que será imparable.
Con su LP y su EP contra Todos, LB se propuso golpear duro, sin anestesia, sin contemplaciones (solo las que el buen saber hacer de músicos kilométricos les permite) y plantar encima de la mesa solar todas sus declaraciones sangrantes para alimentar a las hienas, desenmascarar a reyes que deben extralimitarse y poner el cielo patas abajo.
Lo Valiente y lo cortés.
Lo cortés hubiera sido dar un concierto para la pequeña masa y cumplir la fiesta solar para dejar un buen recuerdo. Lo valiente fue lo que realmente, es decir, de verdad, hicieron.
La potencia de levantar una Europa entera que está muerta y cadáver, la gallardía de rellenar décadas grises con rojos apasionados y vehementes, la ocurrencia de disparar muy fuerte a la línea de flotación que parece más marcada y estándar que nunca.
Todo esto o quizás simplemente dar con la clave para equilibrar música desequilibrante con letras que incendian la conciencia y explotan las cadenas de esas almas y oídos que andan dormidos por la vida.
León Benavente completaron las negociaciones y nos hicieron avanzar.
Somos Brigada.
Frenar, respiro, paréntesis, la emboscada de un final arificioso. Todos sabemos que falta licenciarse con honores, subir los escalones (en este caso fue bajarlos para humanizarse) al podio de la noche solar y apagar las velas con un lanzallamas, esa noche dos.
La palabra responde todas las incógnitas, salta por los aires, vuela y se fija a tu mente con un taladro sonoro, repetidor y conmovedor.
Llega el momento del frenesí, la medalla y la promoción de rango, ese rango que nos hace ser BRIGADA. Llamear la historia, dar una patada al destino, poner cresta y ferocidad a unos dientes que desgranan la carne de nuestros enemigos y nos aislan del resto de un mundo que no elegimos, que detestamos y que jamás podrá atravesar lo que somos, brigada.
Aturdidos.
Y el cumpleaños fue éxito, sudor, voltios de energía perfectamente desequilibrada que hizo del recipiente solar una nueva galaxia, un peso en la balanza que se decanta por la música adulta, punk, humeante... de unos León Benavente que siempre se ocuparán de que no todo se vaya a la mierda.
Toe.
Lo Valiente y lo cortés.
Lo cortés hubiera sido dar un concierto para la pequeña masa y cumplir la fiesta solar para dejar un buen recuerdo. Lo valiente fue lo que realmente, es decir, de verdad, hicieron.
La potencia de levantar una Europa entera que está muerta y cadáver, la gallardía de rellenar décadas grises con rojos apasionados y vehementes, la ocurrencia de disparar muy fuerte a la línea de flotación que parece más marcada y estándar que nunca.
Todo esto o quizás simplemente dar con la clave para equilibrar música desequilibrante con letras que incendian la conciencia y explotan las cadenas de esas almas y oídos que andan dormidos por la vida.
León Benavente completaron las negociaciones y nos hicieron avanzar.
Somos Brigada.
Frenar, respiro, paréntesis, la emboscada de un final arificioso. Todos sabemos que falta licenciarse con honores, subir los escalones (en este caso fue bajarlos para humanizarse) al podio de la noche solar y apagar las velas con un lanzallamas, esa noche dos.
La palabra responde todas las incógnitas, salta por los aires, vuela y se fija a tu mente con un taladro sonoro, repetidor y conmovedor.
Llega el momento del frenesí, la medalla y la promoción de rango, ese rango que nos hace ser BRIGADA. Llamear la historia, dar una patada al destino, poner cresta y ferocidad a unos dientes que desgranan la carne de nuestros enemigos y nos aislan del resto de un mundo que no elegimos, que detestamos y que jamás podrá atravesar lo que somos, brigada.
Aturdidos.
Y el cumpleaños fue éxito, sudor, voltios de energía perfectamente desequilibrada que hizo del recipiente solar una nueva galaxia, un peso en la balanza que se decanta por la música adulta, punk, humeante... de unos León Benavente que siempre se ocuparán de que no todo se vaya a la mierda.
Toe.
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