Jero Romero, canciones que llegan y se quedan.
ilu by @mdistorsion
Boogaclub de Granada. Ciclo: Caleidoscopio.
17 Noviembre.
Canciones que llegan y se quedan.
No tengo muy claro como empezar esta crónica. Siempre veo difícil resumir lo que siento en los conciertos que me gustan. Esta vez, es un poquito más complicado incluso. Te explico. Soy un enamorado de los Sunday Drivers, digo soy porque a pesar de su separación, los sigo degustando todos los días. Primero me pasó con MUCHO. En su caso el trago pasó mucho más rápido dado el alto de grado de fiesta y rock cósmico que llevan encima, pero en el caso de Jero, me pasó todo lo contrario.
Esperaba con ansias su trabajo. Ver por donde tiraba la cabeza (de león) compositiva y comprobar lo que era capaz de hacer en su nueva vida. Y zas, salto al castellano, formato acústico, reducido, íntimo, volviendo a las bases de las cosas más sencillas y sin pretensiones. Me gustó y me pareció un cambio radical. Aun así, admito que su trabajo (gracias a esos mecenas!) me costó entenderlo en su totalidad. Pasadas las escuchas y las idas y venidas, un día en un viaje en bus y con los auriculares correctos, lo comprendí. El mensaje de Jero, el mensaje de esta cabeza de león. Aplauso y reverencia, a veces lo que es fácil realmente es difícil y lo que es sencillo no tiene por qué ser simple y comestible. Enamorado por fin de sus temas esperaba mi oportunidad para disfrutarlo en directo. El pasado sábado lo conseguí. Granada, ciudad de la música por excelencia acogía a "Los" Jero Romero para presentar sus canciones de pegada única dentro de este ciclo llamado Caleidoscopio. Ambiente selecto (los pases vip tuvieron cocktail previo), set de instrumentos acústicos y una sala/pub asequible nos daban la bienvenida.
Jero saltaba acompañado de su fiel (y excelente músico con todas las letras) Charlie Bautista y el contrabajo hábil al escenario de una forma tímida. Con ese tono cercano y casi de andar por casa daba las buenas noches y directos al lío. De primeras comprobamos que sus temas tienen un sitio y ese sitio, sin duda alguna, son los ambientes pequeños. Ver, oír, escuchar y sobre todo sentir de cerca temas que vienen haciendo eses es lo correcto, lo que te decía yo. Cerca, muy cerca, estas canciones hechas con mimo, llegan y se quedan contigo sin pedir nada a cambio, solo tienes que poner el interés deshinibido de querer abrazarlas y entenderlas bien. Y esa sensación es lo que su directo transmite. Sin complicaciones técnicas pero con todo el buen saber que tienen los grandes músicos, exponen toda la cabeza de león, ese león que muestra su sonrisa más inéquivoca, la que se gana del público que disfruta sin ninguna pena leve. El disco al completo más dos canciones nuevas (ese "No hay" es muy bueno) y dos versiones, una de New Raemon y sobre todo una acertadísima Adelante Bonaparte de Standstill, nos acompañan por este gran viaje emocional y por momentos genial. El reloj de arena marca el ritmo de una actuación que corre libre sin cortapisas, sin pisotones de ningún señor gigante pero con una misión más que clara, cristalina: devolvernos al estado original, a la raíz de los sentimientos, al quid de la cuestión, a lo básico y vital: MÚSICA.
Misión cumplida Jero. Muchas gracias Jero. Todo lo que podemos disfrutar de un directo así, lo hemos disfrutado. Solo queda darte las gracias en persona y saludarte como a los grandes, es decir, de forma directa y con una sonrisa amplia y diáfana. Cada vez sí puede ser la única vez porque su música, su proyecto, ahora mismo, es único en este planeta musical nacional.
Lorena ("Tosti" elperfildelatostada) + Jero + Yo
¡Gracias Loritu ;) !
Ahora punto y seguido. No sabía como empezar esta crónica, pero sí sé como terminarla: escuchando una vez más las canciones de Jero y esperando volver a tener la suerte de verlo y disfrutarlo en directo otra vez.
Toe.
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