Matt Corby + Sethler, jóvenes guerreros.

"No tengo miedo a la guerra emocional." 


7 de Diciembre: Matt Corby + Sethler. Moby Dick [Madrid]

La cita era en medio de un puente, para algunos se trataba de unos días de descanso, para otros un viernes para salir después del trabajo, de paz en medio de la tempestad diaría. Nuestro descanso del guerrero nos llevó impenitentemente a la doble cita. Matt Corby, compositor "aussie" del momento presentaba su "In the flame" perfectamente flanqueado por Sethler, haciendo las veces de telonero/agitador para destapar la velada.


"No aguantamos nada la presión"
Tras el saludo inicial, el bueno de Hugo, agarrando su guitarra acústica, se ponía al frente de la ballena blanca, una ballena blanca con mayoría guiri en primeras filas. Haciéndose notar por encima de las voces impertinentes de algunos (esa mala costumbre de hablar en los conciertos se ha vuelto infecciosa en cualquier espacio) se quitó la armadura y a las primeras de cambio nos estalló su Batalla. Con una voz clara, poderosa y tremendamente contagiosa, desgranó unos cuantos temas de su ya aclamado primer disco. Un disco que gana enteros con las escuchas y que en directo, en formato desnudo, imprime una fuerza melancólica pero llena de ritmo, de palabras que echan humo que mezclan de forma insana elementos de lo mejor del pop de autor con estribillos que tienen mucha pegada en la cuerdas vocales de Sethler.


"Fuimos unos rebeldes en nuestra básica condición"
"Míranos", ese primer single batallador, nos quitó las caretas por completo, olvidamos toda situación y nos permitió cantar a pulmón vivo este gran tema. Con esa energía contenida que se desata en el estribillo, Sethler lanzó al tapete una de sus cartas más poderosas, preciosistas y de contagio inmediato. Por si no teníamos poco, casi sin dejar de aplaudir nos presentó un tema nuevo "Qué dios". Un tema de "los de gritar" como el propio Hugo me dijo después. Otro acierto, otro puñado de letras con sentido y con un final lleno de voces desgarradas y energía en estado puro.

"Que ya lo sé, que tú no crees que esta vez vaya a ir bien"
Con la pocas vidas permitidas por la organización, Sethler nos llevaba raudos hacía el final del concierto (nos supo a muy poco). Y aquí es donde vino mi momento más emocional e intenso de la noche. Reconozco que no lo esperaba y que ya había tenido demasiada atención del propio Hugo. Ni corto ni perezoso cerraba el concierto con su "Qué vas a hacer", el que será su segundo single y canción por la cual muero y resucito desde hace meses. Bien, la opción era obvia, este tema con estribillo pop a rabiar, que te sube de pies a cabeza, te pasa por dentro y sale hacía fuera en medio de sonrisas, es un broche de oro para cerrar. Mi sorpresa fue una sincera dedicatoria del autor diciendo un gracioso "Para un chico que se llama Toe, que me ha dado mucho la barrila con este tema". Si el tema me encanta, ahora me supera al por mayor, con una ejecución preciosa, Sethler nos hizo cantar a todos ese "Qué vas a hacer conmigo" que se pega a tu sonrisa y te hace cuestionarte lo fácil que es emocionarse cuando una canción es perfecta. Cable fuera y una ristra de estribillo para prorrogar la "pequeña" Batalla de Sethler, este chico con camisa de cuadros, gafas de pasta negra y sobre todo, ese chico que es un artista capaz de convencer a cualquier "feriante" musical, de emocionar desde lo básico y de provocar esas ganas de estar vivo que tanto nos hacen falta. Gracias señor guerrero, la Batalla está aquí para ganarnos la guerra.


Poco más tarde y con la sonrisa amplia todavía, saltaba a escena el joven Matt Corby con su banda. Este australiano ,al que ya catalogan como el nuevo Jeff Buckley, nos propone un viaje a través de la intensidad vocal adornada con guitarras que parecen suaves pero que ocultan una rabia acelerada que rompe hacia el final de sus temas. Intercalando su solitaria guitarra acústica con otros temas eléctricos, Matt y la banda nos presentaron sus canciones. Unos temas que claramente beben un mucho de la tradición americana con gotitas de folk, de rock clásico, de distorsiones... pero que sobre todo sobrecogen por la voz del propio solista. Si bien mi desconocimiento previo quizás me impidió sacar el máximo provecho de Corby, reconozco que algunos temas son tornillos pasantes, tornillos que traspasan las paredes de tus tímpanos y que te hace flotar en esos parajes del amor-desamor más vengativo, eso sí, todo muy bien adornado. Tras poco más de una hora y casi cerrando el concierto con una perversión del Lonely Boy de Black Keys, el jovenzuelo australiano daba carpetazo (y una alegría grande a muchos compatriotas presentes) a un concierto muy bien ejecutado, de limpio sonido. 


Como puedes leer, una noche de viernes exquisita: dos jóvenes de estilos diferentes y de pegada intensa. Cada uno con su propuesta pero con la misma intención: llegar, sumar y emocionar. 
Personalmente, una noche bonita, de las bonitas de verdad, de las de tratar al artista que te gusta en persona, de las de comprobar que lo que hay detrás de Sethler, en este caso, es un tipo que se llama Hugo. Un tipo que se gana las simpatías teniendo detalles sinceros, a veces los calca en sus canciones, a veces los lleva a cabo encima de un escenario, a veces los demuestra con un abrazo... de cualquier modo, es un pedazo de artista.
Gracias Hugo 8)

Toe.

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