Un día.
Un día, como nosotros hace cuatro años, te decides a plasmar en un blog gratuito tus inquietudes, gustos y ralladas, con más o menos saber hacer, pero con toda la ilusión y sinceridad del mundo.
Un día ves que no eres el único, que hay cientos de blogs y webs parecidos que terminan especializándose e incluso teniendo cierta relevancia y éxito.
Un día ves, que después de cuatro años, sigues haciendo lo mismo, un poquito mejor, pero lo mismo, no has cambiado la esencia. No tienes tres millones de visitas ni relevancia... incluso hay gente que se sigue riendo del nombre que le pusiste a tu blog.
Un día ves que has tenido ÉXITO, que el éxito se reduce a poder conocer a personas que suman, que aportan diferentes artes, que se dejan conocer y que quieren compartir contigo.
Un día me siento muy afortunado de poder conocer a esas personas, a vosotros, GRACIAS.
Un día decides parar de pensar, actuar, reiniciar y seguir viviendo. Viviendo a través de las cosas que disfrutas, de los momentos compartidos y de las risas surgidas.
Un día y todos, ves que nunca les has dado suficientemente las gracias a la Perla y a Alfrez por ser parte de tu vida, real y bloggera. Se atrevieron a abrir sus corazones y a día de hoy siguen escribiendo sus posts más divertidos en sus vidas. Siempre están y estarán. Alfrez, esqueleto gráfico y vital, compinche de todo, mi hermano. La Perla, que dio su alma y que aunque no está escribiendo, sí está en nuestro pensamiento.
Un día, un lunes frío de enero, respiras el aire húmedo helador y te sientes extrañamente bien. Bien por estar aquí ahora, con tu tenedor en un mundo lleno de sopa. Un sopa incomprensible y poco sabrosa la mayoría de las veces que la catas. Una sopa que afortunadamente se adereza con momentos de pimienta. Momentos que se crean, que pasan, que dejan huella, que queman... pero momentos que te permiten seguir viviendo. Tú, Semejante, eres de esa clase de momentos. De los que dejan un sabor imposible de olvidar.
GRACIAS POR ESTOS CUATRO AÑOS.
Toe.
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