Fuera del Azul, Jacobo Serra
La humildad no está reñida con el talento, de hecho, creo que siempre deberían ir de la mano y pasear por cualquier orilla, juntas y confiadas. Estas dos virtudes son algo de lo que Jacobo Serra impregna a todo lo que hace, incluso cuando cuenta chistes. Su música desde luego también refleja su encantadora forma de ver y vivir las cosas. Su Sol fue un auténtico juego de luces donde su chispa sanadora batió en duelo todas las luces azules y tristes que rodean esta vida que se empeña en decirnos que no vale la pena luchar.
Y de luchar va el asunto, un camino largo el suyo, de pasitos cortos, de pista de fondo, de perlas difíciles de encontrar... le ha llevado a convertirse en uno de los artistas mas revelados de este curso. Su álbum se empeña en dar vueltas y vueltas en cualquier reproductor que se haya atrevido a decirle hola y el directo es la mayor de las atracciones que este oculta.
En su Sol cantó todo, y sintió todo (incluso la luz azul anti-fotos). Un derroche de voz que desde una distancia más que prudencial del micrófono nos encantó como si fuera exactamente lo que es, un mago de sus cuerdas vocales. Te rindes a su melodía, te embarcas en sus barcas que navegan por la melancolía de lo sencillo pero poderoso. allí ya da igual la luz que enfoque ya que lo que ganará será la chispa que nace dentro de ti al escuchar esta música verdadera y sincera.
Y lo bueno es que no hay promesas vacías, que las palabras que no se dijeron sí se dicen ahora, que los deseos de estar a tu lado ahora son realidades, que Jacobo Serra emociona igual a grandes músicos amigos y a desconocidos que no saben quien cantaba aquella noche en aquella sala del centro de Madrid. Todo alrededor de un artista tan talentoso brota de un gracias por lo que haces, de un gracias por escuchar, de un gracias por prestar algo de tu atención a lo delicado de los pensamientos bonitos, esos que te hacen gritar que rendirse no está en el guión, desde luego, no en ninguno que escriba Mr. Serra.
Por todo esto y más, que se queda entre mis luces (esas que no te dejan sacar buenas "fotos"), Jacobo Serra hizo su escenario perfecto, su noche maravillosa, su sueño... realidad. Él bajó tan contento por verte allí que no puede esperar a volver a encontrarse contigo, bien en directo o bien en una de esas millones de vueltas que su disco sigue dando en tu reproductor.
Toe.
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